A medida que las vacunas contra el COVID-19 se extienden por los Estados Unidos y los estados comienzan a levantar diversas restricciones, muchos han comenzado a pensar y soñar con la vida después del COVID. Y aunque la idea de volver a reunirse con la familia y los amigos, viajar, y retomar las actividades que les gustan puede resultar muy agradable, muchos se sorprenden al sentirse también estresados y ansiosos por la "vuelta a la normalidad".

Soo Jeong Youn, PhD, psicóloga clínica del Departamento de Psiquiatría de Massachusetts General Hospital y profesora adjunta de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, nos habla de algunas situaciones que pueden ser fuente de estrés y de lo que se puede hacer para facilitar la transición a la vida después del COVID.

COVID-19: ¿Estresante o traumático?

Aunque la pandemia ha sido un acontecimiento mundial que ha tenido un impacto inimaginable en la vida de todos, no todos han tenido la misma experiencia. En algunos casos, la pandemia ha sido una fuente de traumas.

"El DSM-5 (Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales, 5ª edición) define un acontecimiento traumático como una amenaza de muerte o una lesión grave", dice la Dra. Youn. "Dependiendo de cuál sea su rol, de cuál sea su trabajo y de cómo la pandemia lo haya afectado a usted y a sus seres queridos, puede haber estado expuesto a un acontecimiento traumático".

"Pero lo importante es que, independientemente de ello, todo el mundo ha estado expuesto a factores increíbles de estrés durante el pasado año. Sabemos que vamos a tener consecuencias a largo plazo para la salud mental. Puede que la fase aguda haya terminado, pero vamos a tener que lidiar con las consecuencias crónicas durante un tiempo. Es de esperar que tendremos reacciones mixtas en la transición a la vuelta a la normalidad".

Cómo lidiar con los altibajos emocionales del COVID-19

Estas reacciones mixtas pueden ser tanto circunstanciales como cíclicas.

"Algunas personas pueden tener preocupaciones ocasionales relacionadas a ciertos aspectos de su vida, o pueden estar limitadas por el tiempo", afirma la Dra. Youn. "La etapa inicial de crear una 'nueva normalidad' es un periodo de transición. Mientras creamos esa nueva normalidad, puede haber algunas preocupaciones y ansiedad, pero se disipan a medida que nos acostumbramos a todo".

Por ejemplo, explica la Dra. Youn, estar en grupos más grandes de personas o volver a la oficina después de más de un año de aislamiento, puede ser difícil, especialmente si se desconoce el estado de vacunación, pero puede hacerse más fácil con el tiempo. En otros casos, la transición a la vuelta puede sentirse bien, pero puede experimentarse estrés luego. Esto es especialmente cierto para los padres que pueden disfrutar de un verano menos restrictivo con sus hijos. Sin embargo, empiezan a sentirse ansiosos por la seguridad personal de sus niños, por si se han retrasado académicamente, o por si las relaciones sociales con sus amigos han cambiado al volver a la escuela.

Es importante que, a medida que las personas pasen por esta transición, presten atención a cómo se sienten y busquen ayuda si la necesitan, aconseja la Dra. Youn.

"Si una persona nota que, después de más o menos un mes, no hay ningún cambio en cómo se siente y está experimentando niveles muy elevados de ansiedad que están impactando su funcionamiento diario, su estado de ánimo, o su familia, entonces puede considerar hablar con un profesional de la salud mental, especialmente si está afectando múltiples áreas de su vida".

Reunirse de nuevo: Cómo hacerlo con seguridad

El clima cálido y un mayor porcentaje de personas vacunadas significa un aumento de la actividad, lo que puede causar preocupación por la seguridad personal. Para quienes sientan cierta ansiedad al reunirse de nuevo con las personas, la Dra. Youn tiene algunos consejos:

  • Empiece despacio: Si sabe que dentro de un mes empezará a relacionarse con grupos más grandes de personas, reúnase ahora con una persona y vaya aumentando poco a poco su círculo. Siga todos los protocolos de seguridad del COVID-19, como el distanciamiento y el uso de mascarillas, pero empiece a interactuar con la gente a un ritmo que sea adecuado para usted para ayudar a disminuir la ansiedad
  • Conozca y mantenga los límites: Los amigos y la familia pueden sentirse más cómodos que usted con diferentes actividades. En estos casos, es importante que conozca sus límites y comunicarlos claramente. Estos límites pueden cambiar dependiendo de la situación y la relación, pero el objetivo es estar con personas que entiendan y lleguen a un acuerdo sobre la seguridad

Para los trabajadores de primera línea y esenciales, el aumento de la actividad puede traer traumas del año anterior. "Los datos muestran que las necesidades de atención a la salud mental en los Estados Unidos han aumentado durante la pandemia. Para los proveedores de atención sanitaria, esto ha sido mucho mayor. Es de esperar que haya muchas reacciones y sentimientos encontrados a medida que las restricciones se eliminan", analiza la Dra. Youn. "Este grupo puede pensar: "No estoy preparado. No quiero hacer esto. ¿Estamos preparados para esto como población?" Todo esto es normal. Comunicarse con los amigos y la familia puede ayudar a la persona a sentirse apoyada y validada, pero si los sentimientos de estrés y ansiedad no disminuyen, puede tener sentido acudir a alguien que pueda ayudar".

El COVID-19: Un regalo de tiempo

Para algunos, el COVID-19 fue un regalo de tiempo en el que prosperaron. Un estilo de vida lento y flexible puede haberles ayudado a centrarse en sí mismos o en la familia, o a trabajar en objetivos individuales para los que no tenían tiempo antes.

La Dra. Youn ofrece consejos sobre cómo seguir prosperando cuando el ritmo vuelva a acelerarse: "Entender primero cuáles fueron los componentes que realmente ayudaron a tener éxito en esas circunstancias va a ser importante para que luego podamos averiguar cómo maximizar esos factores en el día a día. Ahora el truco es averiguar cómo recrear esas estructuras durante la transición y crearlas en una vida normal".

Para otros, una fuente de estrés es la sensación de no haber aprovechado el tiempo de inactividad de la pandemia del COVID-19 de forma productiva. Aunque para algunos esto puede parecer un fracaso, la Dra. Youn lo tiene claro: Haber sobrevivido al último año es un triunfo.

"No podemos minimizar la cuota emocional y física que la pandemia tuvo en nosotros", y agrega: "Va a ser inconmensurable durante mucho tiempo. Así que lo que hayamos hecho para sobrevivir de verdad el último año no puede ni debe ser desestimado. Hemos hecho todo lo que hemos podido y estamos aquí y queremos reconstruir un nuevo futuro, sea cual sea. Eso es un gran triunfo".


Translation of "Post-Pandemic Anxiety: Feeling Stressed as Things Return to Normal," published on May 7, 2021.