Conclusiones

  • La obesidad es una enfermedad que afecta al cuerpo de múltiples maneras
  • Los pacientes que son hospitalizados por el COVID-19 son más propensos a necesitar cuidados en la UCI si también padecen obesidad
  • Mitigar el riesgo limitando la exposición a otras personas que puedan tener el coronavirus

La obesidad no es un factor de riesgo para infectarse con el COVID-19 del que somos conscientes hoy en día. Sin embargo, los nuevos datos sugieren que los pacientes que tienen obesidad tienen más probabilidades de requerir cuidados intensivos para el COVID-19.

"Una vez que tiene el virus, vemos que los pacientes con obesidad necesitan más cuidados en la UCI," dice Angela Fitch, MD, FACP, FOMA, directora asociada del Weight Center (Centro de Peso) de Massachusetts General Hospital.

"Aunque la obesidad no siempre ha sido considerada una enfermedad en los Estados Unidos, sí lo es, y la estamos viendo como una comorbilidad común entre los pacientes con la forma severa del COVID-19," dice Matthew Hutter, MD, director del Weight Center y presidente de the American Society for Metabolic and Bariatric Surgery (ASMBS).

La Dra. Fitch y el Dr. Hutter comparten cuatro factores de riesgo específicos que relacionan la obesidad con la forma grave del COVID-19 y cómo mitigar los riesgos.

Factores de riesgo para los síntomas graves del COVID-19

1. Inflamación
Cuando el cuerpo se inflama, el sistema inmunológico no responde bien a un agente infeccioso, en este caso, un virus. "El exceso de grasa corporal puede llevar a un estado inflamatorio general del cuerpo," dice el Dr. Fitch. En otras palabras, el estado básico de inflamación que ya existe a causa de la obesidad se ve incrementado por el COVID-19 y puede conducir a síntomas más graves de este virus, o a los de condiciones no relacionadas.

2. Coagulación de la sangre
La inflamación, que se produce ya sea por la obesidad o por el virus, también puede provocar la coagulación de la sangre en los pulmones, o la formación de coágulos. "Si usted ya tiene un mayor riesgo de coagulación debido a la obesidad y luego se encuentra en este estado de enfermedad en el que una de las patologías del virus incluye la coagulación de la sangre," dice la Dra. Fitch, "eso puede empeorar las complicaciones."

3. Receptores ECA
Las investigaciones han demostrado que el coronavirus entra en las células a través del receptor ECA (enzima convertidora de angiotensina 2) y con una cantidad más extendida de receptores ECA en el tejido pulmonar se produce un aumento en la gravedad de los síntomas del COVID-19. Las células grasas suelen tener más receptores ECA; por lo tanto, una teoría es que el virus puede causar con mayor probabilidad una enfermedad grave. "Entonces la respuesta inmunológica puede conducir al SDRA (síndrome de dificultad respiratoria aguda), que sobrepasa la capacidad de la persona para obtener suficiente oxígeno y hace que necesite el respirador," dice la Dra. Fitch.

4. Enfermedades relacionadas con la obesidad
El síndrome metabólico se asocia con otras enfermedades, como la diabetes, la hipertensión y la hipercolesterolemia. "Una complicación específicamente relacionada con la obesidad es el síndrome de hipoventilación, en el que el exceso de tejido de la pared torácica dificulta que los pacientes obesos respiren completa y profundamente," dice el Dr. Hutter. "La combinación de estos factores aumenta la gravedad de los síntomas en aquellos que desarrollan el COVID-19."

Mitigación de riesgos

Se aconseja al público que haga todo lo posible para evitar la propagación del coronavirus hasta que se cuente con una vacuna o un tratamiento específico para el COVID-19. Esto incluye el distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de mascarillas en público. Los pacientes con obesidad, o cualquier otro factor de riesgo que se encuentre dentro del grupo de mayor riesgo, deben ser aún más conscientes de evitar la exposición al coronavirus.

"La obesidad es una enfermedad crónica que debe ser tratada como tal," dice la Dra. Fitch. "Queremos que la gente sepa que ahora es un buen momento para empezar a tomar medidas para perder entre el 5 y el 10% de su peso si tiene obesidad." Esto se puede lograr con la ayuda de un equipo de medicina para la obesidad en seis a doce meses, lo cual es un tiempo considerable que abarca la ventana para mejorar su riesgo de enfermedad grave si contrae este virus."

Hay quienes consideran que la cirugía es la opción necesaria y eficaz para alcanzar los objetivos de pérdida de peso a largo plazo. "Un tratamiento definitivo podría ser la cirugía metabólica y bariátrica, que podría mejorar la calidad de vida y ayudar a prevenir las enfermedades relacionadas con la obesidad y las enfermedades futuras, incluyendo la forma grave del COVID-19, en caso de que se desarrollen," dice el Dr. Hutter.

Hay pocos riesgos asociados con la pérdida de peso alcanzado de forma saludable y una de las mejores maneras de hacerlo es a través de una nutrición adecuada. En este momento, el mundo se enfrenta a problemas de la cadena de suministro que dificultan el acceso a ingredientes frescos. La Dra. Fitch sugiere que aquellos que pueden traten de tomar las mejores decisiones posibles dentro de estas restricciones, como llenar el refrigerador con alimentos no procesados de origen vegetal como bayas, nueces y verduras, todos los cuales contienen nutrientes vitales que estimulan el sistema inmunológico.

Otros consejos que la Dra. Fitch comparte para cultivar hábitos saludables de pérdida de peso incluyen:

  • Practicar buenos hábitos de sueño
  • Evitar la ingesta de alcohol, ya que el alcohol también afecta a su sistema inmunológico
  • Reducir el estrés mediante la práctica de la atención plena (mindfulness)
  • Mantenerse activo en casa de cualquier manera posible

Mirando al futuro

Un potencial lado positivo que ofrece la Dra. Fitch: la actual crisis de salud puede hacer que más personas reconozcan la obesidad como una enfermedad, no como una elección de estilo de vida.

Como el Dr. Hutter comentó en su carta mensual del presidente a los miembros de ASMBS, "La obesidad se está mostrando como la enfermedad feroz que es." En vista de que los pacientes con el COVID-19 con obesidad y comorbilidades asociadas muestran un riesgo significativamente mayor de necesitar ventilación, la obesidad se está tomando ahora en serio, al igual que las opciones para tratar la enfermedad.

Otro potencial positivo es que esta crisis de salud pública podría ser un punto de inflexión que motive a la gente a desarrollar hábitos saludables ya que, a lo largo de ella, muchas personas han empezado a caminar diariamente, planificando las comidas con antelación y cocinando en casa.

"Incluso en medio del COVID-19, el Weight Center de Mass General sigue abierto y aceptando nuevos pacientes," dice la Dra. Fitch. "Estamos viendo a los pacientes virtualmente y los animamos a que se reúnan con nosotros."

Si usted empieza el proceso ahora, también podemos comenzar con tratamientos al mismo tiempo y podemos operarlo en el futuro, añade el Dr. Hutter.


Translation of "Understanding Links Between COVID-19 and Obesity," published May 12, 2020.