El brote del COVID-19 tiene a muchos practicando el distanciamiento social y usando mascarillas para protegerse unos a otros, pero sobre todo para proteger a las poblaciones vulnerables. Los estudios han demostrado que las personas mayores y las poblaciones inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con el COVID-19, pero los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aún no han confirmado cómo podría afectar a las personas que están embarazadas.
La incertidumbre durante este tiempo sin precedentes podría ser una fuente importante de estrés, por lo que la doctora Sharon Dekel, investigadora y psicóloga del Departamento de Psiquiatría de Massachusetts General Hospital está iniciando un estudio para entender cómo el COVID-19 podría estar afectando la salud mental y la experiencia de parto en las mujeres que han dado a luz recientemente.
Dekel está iniciando un estudio que está disponible para todas las mujeres alrededor del mundo que han dado a luz recientemente (en los últimos seis meses) para comprender el impacto que el COVID-19 ha tenido en su salud mental, su experiencia de parto y cómo se están adaptando a la nueva maternidad.
Ella está recopilando información sobre los posibles factores de estrés que podrían afectar al parto—como la sensación de control y seguridad de las mujeres que dan a luz durante la pandemia mientras están sometidas a diversas restricciones hospitalarias—y sobre cómo estas experiencias pueden afectar al bienestar de la madre después del parto.
Todas las mujeres pueden participar anónimamente completando una breve encuesta en línea, y hasta ahora se han inscrito más de 744 mujeres de los EE.UU. y otras regiones.
El laboratorio Dekel
El laboratorio Dekel estudia sobre el bienestar de las mujeres y cómo éstas lidian con el estrés y los traumas durante el embarazo, el parto y el período posterior al mismo. Dekel y su equipo combinan herramientas psicológicas, fisiológicas y de neuroimagen para desarrollar herramientas novedosas para la detección temprana de madres en riesgo de trastornos mentales posparto, así como para identificar tratamientos preventivos seguros y eficaces.
La investigación de Dekel ha encontrado que hay dos tipos de factores de estrés que pueden contribuir a un parto estresante y al desarrollo del trastorno de estrés postraumático relacionado con el parto (PTSD) y la depresión concurrente.
Los factores de estrés objetivos se relacionan con la salud física de la madre a lo largo de la experiencia del parto, dice Dekel. Esto puede incluir complicaciones obstétricas, cesáreas de emergencia o una experiencia cercana a la muerte.
Los factores de estrés subjetivos se relacionan con la valoración de la madre y la reacción emocional a eventos como una percepción negativa del nacimiento, un miedo general al parto o a dar a luz en un ambiente en el que se siente incómoda, explica Dekel.
Al identificar estos factores de estrés y cómo afectan a los resultados de la salud mental de las madres, Dekel y su equipo esperan identificar mejor a quienes pueden estar en riesgo y proporcionar apoyo preventivo y tratamiento.
Embarazo y parto en los tiempos del COVID-19
Los científicos han dicho que la experiencia de una pandemia no se parece a ninguna otra situación estresante y traumática porque no se trata de un único acontecimiento traumático, sino más bien de una experiencia traumática prolongada puntuada por momentos de estrés más agudo. La comparación de una pandemia con otras experiencias puede no proporcionar una imagen exacta de su verdadero impacto, y la única manera en que los expertos pueden aprender más sobre ella es estudiándola. Dado que hay pocos datos sobre cómo el COVID-19 podría afectar a las mujeres en el posparto, en particular a su salud mental, la doctora Dekel está tratando de reunir la mayor cantidad de información posible para ayudar.
Con la información reunida en esta encuesta, Dekel y su equipo esperan comprender diferentes aspectos de la adaptación posparto a la pandemia del COVID-19, como la superación del trauma, el potencial de crecimiento psicológico y el impacto del apoyo adicional de una pareja que puede estar en casa más a menudo debido a las disposiciones de quedarse en casa.
"Queremos desarrollar un enfoque holístico de la atención para dar mejor soporte a las madres a lo largo de su experiencia e identificar mejor a las que corren el riesgo de desarrollar condiciones de estrés traumático relacionadas con el parto," dice Dekel. También es importante señalar que hay muchos datos que apoyan que, al mejorar el bienestar de la madre, puede mejorar el bienestar del niño, explica.
Asegurar el bienestar de la madre en las semanas y meses posteriores al nacimiento puede apoyar el bienestar del niño desde las primeras semanas y meses de vida, y en última instancia, el bienestar del niño al convertirse en adulto y en padre él también.
Sharon Dekel, PhD
Translation of "Exploring the Mental Health Impact of COVID-19 on New Mothers," published on the Mass General Research Institute Blog on April 16, 2020.