Ha habido mucha prensa reciente en torno a los primeros estudios que encontraron correlaciones potenciales entre el tipo de sangre de una persona, su riesgo de infección por el COVID-19 y la gravedad de la enfermedad. Un estudio de Massachusetts General Hospital publicado en el British Journal of Haematology encontró que entre los pacientes críticamente enfermos con el COVID-19, no había ninguna asociación entre el tipo de sangre y la tasa de mortalidad según la raza u origen étnico. También encontraron que la sangre tipo A se veía más comúnmente y la sangre tipo O menos comúnmente de lo que se esperaría en pacientes caucásicos, pero no observaron esto en pacientes de raza negra o hispanos.
En esta entrevista, los autores principales del estudio, Rebecca Karp Leaf, MD, hematóloga de patologías no malignas, y Hanny Al-Samkari, MD, hematólogo clásico e investigador clínico, ambos del Centro para Hematología del Mass General Cancer Center (Centro de Cáncer), nos brindan un resumen de lo que se conoce hasta la fecha sobre la correlación entre el tipo de sangre y la transmisión/severidad del COVID-19, los hallazgos de su estudio y por qué esta conexión puede o no existir.
¿Cómo afecta el tipo de sangre a la respuesta que una persona presenta ante una enfermedad infecciosa?
Dra. Karp Leaf: No diría que para cada enfermedad el tipo de sangre es importante, definitivamente no lo es, pero hay algunas enfermedades infecciosas en las que marca la diferencia en cuanto a la posibilidad de adquirir esa enfermedad o la gravedad de la misma.
Un excelente ejemplo de ello es el Plasmodium falciparum (un tipo de parásito que causa el paludismo). Los individuos con sangre de tipo O que contraen la malaria a menudo tienen una enfermedad menos grave, y vemos la influencia genética para la sangre de tipo O en regiones donde la malaria es endémica.
Dr. Al-Samkari: También añadiría que, en nuestra área de hematología, el trastorno hemorrágico más común a nivel mundial es la enfermedad de Von Willebrand: un trastorno hemorrágico genético causado por una proteína de coagulación sanguínea faltante o defectuosa. Algo tan simple como el grupo sanguíneo ABO de un paciente impacta en el nivel de la proteína de Von Willebrand que está en su sangre. Así que el grupo sanguíneo tiene un impacto que va más allá de asegurar de que usted tiene el tipo de sangre correcto cuando recibe una transfusión. Es un tema de interés entre la gente de nuestro campo y entre los bancos de sangre para entender cómo podría impactar en la probabilidad de contraer ciertas enfermedades.
¿Qué se sabía sobre el COVID-19 y el tipo de sangre antes de que comenzara su estudio? ¿Qué despertó su interés en querer estudiar la relación entre el grupo sanguíneo y el COVID-19?
Dra. Karp Leaf: Con el SARS-CoV-1 en 2003 en Hong Kong, hubo un pequeño estudio que demostró que los trabajadores de la salud con sangre tipo O tenían menos probabilidades de contraer la enfermedad que los trabajadores de la salud con otros tipos de sangre.
Cuando apareció el SARS-CoV-2, los clínicos comenzaron a buscar una buena explicación de por qué algunas personas eran más susceptibles al virus y otras estaban aparentemente protegidas. Miraron estos datos más antiguos y comenzaron a preguntarse si estas diferencias estaban relacionadas con el tipo de sangre.
Dr. Al-Samkari: También hay otras razones por las que ha habido mucha prensa sobre el COVID-19, problemas de coagulación y tipos de sangre. La gente está realmente interesada en los tipos de sangre. Muchos, a menudo, saben su tipo de sangre, y con razón o no, es algo en lo que piensan cuando se trata de riesgo de enfermedad.
¿Puede decirnos más sobre su reciente estudio del COVID-19 ABO?
Dr. Al-Samkari: Nuestro estudio fue un subestudio del ensayo STOP COVID, que es un estudio nacional muy grande de los EE.UU. sobre los resultados del tratamiento en pacientes con el COVID-19 que están gravemente enfermos. Hubo 67 instituciones que contribuyeron con datos de pacientes al ensayo, lo que resultó en una rigurosa recopilación de datos de las primeras semanas de la pandemia mientras estaba explotando.
Basándonos en estudios que sugerían que los pacientes con sangre tipo A eran más susceptibles de contraer el COVID-19, decidimos hacer nuestro propio estudio para ver si había algo de verdad en estos datos anteriores. Hicimos un análisis de alrededor de 2.000 pacientes en el estudio que tenían información sobre el tipo de sangre disponible. Buscamos ver si ciertos pacientes con ciertos tipos de sangre estaban sobrerrepresentados en comparación con lo que se esperaría en esta cohorte, que estaba distribuida geográficamente en todo EE.UU. e incluía múltiples razas y etnias. Luego preguntamos: "¿Están muriendo más pacientes con cierto tipo de sangre de lo que se esperaría?"
Y en resumen, lo que encontramos fue que había más pacientes caucásicos con el COVID-19 con sangre de tipo A de lo que hubiéramos esperado y menos con sangre de tipo O de lo que hubiéramos esperado cuando se comparó con un estudio de donantes de bancos de sangre sanos de tres millones de personas. Esto no fue cierto para los pacientes con el COVID-19 que son de raza negra o afroamericanos o para los pacientes que son hispanos contra no hispanos.
Pero lo más importante es que no había una diferencia significativa en la mortalidad observada frente a la mortalidad esperada para cada tipo de sangre cuando se dividía por raza y etnia.
Dra. Karp Leaf: La conclusión es que no hubo diferencia en la mortalidad. Y también tenemos que pensar: ¿Son los donantes de sangre sanos el mejor grupo de comparación para usar? La razón es que los donantes de sangre están enriquecidos para sangre de tipo O (el "donante universal") y es más probable que los bancos de sangre los necesiten para donar, así que quizás parece que hay más personas con el tipo O en la población general.
Hubo un estudio reciente en el New England Journal of Medicine que encontró dos grupos de genes enriquecidos en pacientes con el COVID-19; uno de estos grupos es responsable del control del grupo sanguíneo ABO de una persona. Esa población también fue enriquecida para los pacientes con sangre tipo A en comparación con los donantes de sangre y los pacientes sin el COVID-19. Sin embargo, no parecía haber una asociación entre los grupos sanguíneos y la necesidad de ventilación mecánica en este estudio.
¿Por qué el tipo de sangre A puede conducir a más infecciones/peores resultados? ¿Por qué el tipo de sangre O puede conferir protección?
Dra. Karp Leaf: Algunas personas tienen la hipótesis de que como los pacientes con sangre de tipo O tienen niveles más bajos de factor Von Willebrand, es menos probable que coagulen. Y tenemos datos de que los pacientes con el COVID-19 tienen un alto riesgo de trombosis. Así que, si usted tiene el tipo O y tiene niveles más bajos de Von Willebrand, podría tener una respuesta de coagulación menos dramática que alguien con otro tipo de sangre. Pero eso no explica por qué alguien sería más o menos susceptible de contraer la enfermedad en primer lugar, sólo por qué puede o no contraer una enfermedad más grave. De nuevo, esto es sólo una hipótesis.
También existe la hipótesis de que los anticuerpos anti-A impiden que el virus entre en las células huésped a través del receptor ACE2. Los pacientes con sangre de tipo O tienen anticuerpos anti-A. Pero si se sigue esta lógica, entonces la gente con sangre tipo B también estaría protegida. Y de nuevo, mucho de este trabajo se basa en pequeños estudios in vitro.
El punto es que realmente no lo sabemos.
Dr. Al-Samkari: En la discusión de nuestro artículo, escribimos que, si esto era una verdadera señal atribuible a, digamos, la presencia de anticuerpos anti-A en pacientes con sangre de tipo O, se esperaría ver eso en personas de raza negra e hispanas también, no sólo en pacientes caucásicos. Creo que no podemos explicar necesariamente por qué encontramos lo que encontramos aquí, pero creo que estamos relativamente seguros de que nuestros hallazgos no son representativos de algún aspecto protector en sangre de tipo O o algún aspecto perjudicial en sangre de tipo A.
Dra. Karp Leaf: También tenemos que señalar que no hay ninguna razón biológica por la que la sangre tipo A prediga una enfermedad severa en pacientes caucásicos y no en pacientes que se identifican ser de raza negra o hispanos. Además, es importante señalar que la información sobre la raza en los EE.UU., tanto en la población de donantes de sangre como en los registros médicos, es muy variable y llena de prejuicios. Por lo tanto, tenemos que ser cautelosos con eso.
¿Hay algo más que quiera decir sobre este tema?
Dr. Al-Samkari: Sólo un par de palabras en cuanto a los estudios en general: Al final, cuando hay múltiples estudios, cada uno con un efecto menor o sin efecto, y no hay un efecto claro que apunte en una dirección, eso usualmente significa que no hay nada allí, o si hay algo, es mínimo.
Translation of "Is There a Connection Between Blood Type and COVID-19? Q&A with Rebecca Karp Leaf, MD, and Hanny Al-Samkari, MD," published in Advances in Motion on July 24, 2020.